Se Confirma la Implicación de Talon en el Ataque a la Instalación de Helix


NUMBANI — Tres meses después de las primeras noticias acerca del incidente en la instalación de máxima seguridad de Helix Security International, empieza a formarse una imagen más completa de lo sucedido. Los detalles sobre el hecho fueron escasos, como lo han sido las noticias provenientes de la instalación, una supuesta prisión para las mayores amenazas del mundo. No obstante, tras los sucesos que han tenido lugar en Numbani recientemente, ya podemos confirmar que lo que ocurrió fue un ataque dirigido por la organización Talon con el objetivo expreso de liberar a un solo hombre: Akande Ogundimu, más conocido como Doomfist.

Los acontecimientos empezaron a desarrollarse a primera hora de la mañana, cuando una aeronave no identificada se aproximó a la instalación. La seguridad del recinto informó inicialmente de que, según el escáner de radar, la nave no llevaba pasajeros a bordo. El vehículo atravesó sin contratiempos la zona de acción de los sistemas de defensa de la instalación, lo que ha llevado a algunos a pensar que Talon podría contar con topos dentro de Helix. La videovigilancia del interior del recinto mostró una silueta oscura que salía de la nave y descendía al recinto de la prisión. Este asaltante no identificado derrotó con facilidad a los agentes de seguridad de Helix, dejando en su camino más de una docena de muertos. Los informes médicos de las muertes indican lesiones y casos de degeneración celular similares a otros incidentes protagonizados por el mercenario conocido como Reaper, lo que no hace sino confirmar que la incursión fue obra de Talon.

Los representantes de Helix no confirman ni desmienten que haya habido otros fugados, o que se sustrajeran objetos de la instalación; no obstante, fuentes cercanas han indicado que es probable que hubiera más fugas aparte de la de Ogundimu.

Después de que escapara de la prisión, Helix perdió el rastro de Ogundimu hasta que volvió a aparecer en Numbani, donde tuvo un enfrentamiento con los robots de defensa OR15 que, desde hace poco, protegen la terminal internacional de Adawe; tras destruirlos, el fugitivo reclamó el guantelete de Doomfist.

Tanto la eficacia como la metodología de Helix, que había reforzado su perfil como la fuerza de seguridad del planeta en los últimos años, han quedado en entredicho. Sin embargo, tras varios incidentes de gran transcendencia, incluido un ataque contra una instalación de alto secreto similar en Egipto, aquellos que se han opuesto a la progresiva privatización de la seguridad tras la desaparición de Overwatch habrán quedado consternados al saber que Naciones Unidas ha asignado a Helix nuevos fondos para hacer frente a amenazas potenciales.

Fuente: BLIZZ

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