Michael Chu deja el equipo de Overwatch y abandona Blizzard


Cuando llegué por primera vez a Blizzard Entertainment hace veinte años, mi único sueño era ayudar a hacer los juegos que había pasado innumerables horas de mi vida jugando. Desde el enfrentamiento entre las razas de Azeroth en Warcraft hasta la corrupción de la humanidad como peones del conflicto eterno en Diablo, tuve la suerte de contar historias en estos asombrosos universos y ayudar a darles vida. Y he tenido la gran fortuna de conocer e interactuar con la gran comunidad a nivel mundial que ha jugado a nuestros juegos.

Estas reuniones, viajes y el deseo de abrazar la diversidad de nuestro mundo dejaron claro que había diferentes historias que debían contarse sobre lugares y personas que tradicionalmente no se ven en los juegos. Como estadounidense de origen asiático, quería experimentar narrativas que representaran a personas como yo y verlos representados como héroes. Overwatch me ofreció la oportunidad de dar vida a una visión más inclusiva de la tierra: un futuro por el que valga la pena luchar. Juntos, trabajamos, luchamos y derramamos lágrimas para defender un universo que contó con personas de todo el mundo, para dar vida a las maravillosas historias del pasado, presente y futuro de la Tierra, y para potenciar las contribuciones de creadores y voces que representan la amplitud de la experiencia humana. Creí que un juego podría mostrar el poder de la diversidad y que un beso podría cambiar el mundo.

Overwatch ha sido una experiencia que me cambió la vida. Siempre he sentido que los juegos y las historias que cuentan, tienen la capacidad única de juntar a las personas, y que la empatía que sientes ponerte en la piel de otra persona, incluso virtualmente, puede cerrar la distancia entre kilómetros, culturas y naciones. Overwatch y su comunidad consistentemente generosa e inspiradora solo han reforzado esa creencia. He escuchado historias de personas que aprenden un nuevo idioma después de escuchar una línea de diálogo, personas que se sienten inspiradas para hacer un viaje a un nuevo lugar después de "visitarlo" en el juego, y personas que se encuentran con compañeros de equipo sorteando las fronteras e idiomas para hacer de nuestro mundo un lugar mejor. Pero sobre todas las cosas: una y otra vez, de personas que empatizan con una historia sobre alguien que no es igual a ellos.

Ahora, cuando salgo por las puertas de Blizzard por última vez, tengo nuevos sueños: seguir contando estas historias y construir mundos que unan a las personas a través de los juegos. Para ayudar a crear un mundo inclusivo donde más personas deseen compartir historias que reflejen sus propias experiencias. Espero que sea algo que podamos construir juntos.

Este es el futuro en el que creo.

Fuente: michael-chu.com

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