Kalidar, zona eliminada de World of Warcraft


Entre los relatos épicos y las hazañas memorables que se viven en World of Warcraft, hay historias que quedaron en el olvido, como la de Kalidar, un campo de batalla planeado que nunca llegó a la luz en el propio juego.


Kalidar estaba destinado a ser un campo de batalla emblemático en el juego original de World of Warcraft, una arena donde los jugadores podrían enfrentarse en combates épicos. Sin embargo, a pesar de los planes, este campo de batalla nunca se hizo realidad en el juego final. Su diseño estaba inspirado en el estilo de juego multijugador y/o MOBA de Warcraft III, lo que prometía ofrecer una experiencia de juego única y emocionante para los jugadores.

La visión de Kalidar era un paisaje boscoso, con tres senderos separados que se asemejaban al diseño de los campos de batalla de los juegos de estrategia en tiempo real. El entorno compartía una paleta de colores similar a la de Frondavil.

En el corazón del campo de batalla se alzaba una torre de vigilancia, rodeada por un laboratorio goblin, indicando la presencia de elementos estratégicos clave en el mapa. Además, había tres entradas a minas dispersas a lo largo de los caminos principales, sugiriendo un enfoque en la recolección de recursos para impulsar la guerra. Dos pequeños pozos de luna y varias chozas de trols del bosque completaban el paisaje, añadiendo un toque de autenticidad al entorno.

Cada lado del campo de batalla estaba marcado por una fortaleza, una de humanos y otra de orcos, evocando la eterna rivalidad entre las dos facciones principales del mundo de Warcraft. Estas fortalezas servirían como bases de operaciones para los jugadores, ofreciendo puntos estratégicos para la defensa y el ataque.

Aunque Kalidar nunca llegó a ver la luz del día en el mundo de World of Warcraft, su concepto y diseño ofrecen una visión fascinante de lo que podría haber sido.

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