En esta serie de artículos, hablaremos sobre algunas de las zonas de Diablo, incluyendo un poco de su historia. En esta entrega, visitaremos los Infiernos Abrasadores, lugar donde habitan los demonios.
Los Infiernos Abrasadores, también conocido como el Inframundo o símplemente como el Infierno, es el lugar de nacimiento de los Demonios y el reino opuesto de los Altos Cielos. Todos los demonios tienen su punto de origen aquí y, si los derrotamos, al tiempo volverán a éste, desde el Abismo Oscuro.
HISTORIA
Una red de cavernas subterraneas recorren el Infierno. Rios de lava fluyen por él, hay muchas mesetas, extensiones vastas de terreno recorridas por Bestias de Asedio. El crepúsculo cubre sus cielos siempre y el olor a azufre es algo habitual. Para los mortales, entrar en el infierno es como caminar en un horno industrial. La temperatura es muy alta, aunque los humanos pueden soportarla, aunque no es muy agradable. Se dice que tiene «influencia corrosiva» y esto puede verse por las ruinas que salpican el reino.
Los Infiernos están divididos en siete reinos, cada uno corresponde a uno de los Demonios Mayores, y pueden ser distingidos geográficamente entre regiones superiores e inferiores. Cada nivel está en el vacio, con doscientos pies de separación entre ellos. No hay bordes que lo delimiten, por lo que las criaturas voladoras viajan a través de estos niveles continuamente. Los siete reinos están localizados en el centro del Infierno, las zonas más alejadas están controladas por los Señores de las Mazas. En el Infierno siempre hay guerras, tanto con el exterior como entre ellos.
Las almas de los soldados implacables, llenos de odio y agresivos de las guerras mortales, a menudo, acaban en el Infierno, envueltos en fuegos de eterno castigo.
A veces, a lo largo de los siglos, en Infierno y Santuario hacen contacto de una forma en la que permite que la invocación de demonios en el reino mortal sea más fácil de lo que normalmente lo sería.
HISTORIA ANTIGUA
Como toda la Creación, el Infierno fué creado a partir de la batalla final entre Anu y Tathamet, el cuerpo de este último dió lugar al reino y los demonios surgieron de él como gusanos de un cuerpo sin vida. Al contrario que el Cielo, que tiene unos límites definidos, los Infiernos están en cambio continuo, varían baja la influencia de los siete Demonios Mayores. Sin embargo, y al igual que el Cielo, tiene una localización física en el universo, pero durante las incursiones demoníacas en masa contra Santuario, los demonios surgidos eran invitados desde el otro lado.
Debido a la existencia de Santuario, el Infierno entró en un conflicto interno. Incluso trás la Guerra del Pecado, los Demonios Primigenios creyeron que podrían convertir a los humanos en sus siervos, mientras que los Demonios Menores veían este hecho como una desviación indeseada del Conflicto Eterno. El resultado fue una guerra civil que acabó con el Exilio Oscuro, aunque más tarde, Azmodan y Belial terminaron su alianza, luchando entre ellos.
El Infierno sufrió otro duro golpe siglos después del Exilio Oscuro. Diablo consiguió reunir la esencia de los otros seis Demonios Mayores en él mismo y, tras poner a todas las legiones del Infierno de su lado, asaltó los Altos Cielos. Sin embargo, fue derrotado, convirtiéndose en polvo. La invasión había fallado y, el Infierno, había perdido a sus señores en un único golpe durante este proceso.
DENTRO DEL JUEGO
- En Diablo, los niveles inferiores de la Catedral de Tristán son el Infierno «desbordándose».
- En Diablo II, los personajes viajan al Infierno para eliminar a Diablo.
- En Diablo Immortal, también viajaremos a los Infiernos Abrasadores.
- En Diablo III, el ejército de Azmodan surge de las profundidades del Monte Arreat, los Nephalem dicen textualmente «es como si el Infierno surgiera del mismo crater» en una cinemática, pese a que no estaban en los Infiernos Abrasadores. También debemos destruir los portales demoníacos de Diablo, que nos transportan allí. Finalmente, en la batalla con Diablo, éste nos lleva al Reino del Terror.
