Zonas de Diablo: Los Altos Cielos


En esta serie de artículos, hablaremos sobre algunas de las zonas de Diablo, incluyendo un poco de su historia. En esta décima entrega, visitaremos los Altos Cielos, el hogar de los ángeles.

Los Altos Cielos (o simplemente el Cielo) es el reino de los ángeles. Lo preside el Consejo de Angiris, siendo un bastión de luz y armonía.

HISTORIA

El concepto del Cielo siempre había sido una idealización de la humanidad dirante siglos, ningún mortal había puesto un pie en el reino antes del asalto final de Diablo a éste. Los Altos Cielos es un reino de nubes y luces que parece albergar un perpetuo amanecer, que se extiende hasta el infinito. Sin embargo, pese a estas nubes, allí nunca llueve.

Para los humanos, su entorno es nocivo. El aire es frío y carece de la suficiente humedad, lo que conduce rápidamente a la desidratación. La cantidad extrema de luz puede causar irritación en los ojos.

Según los Zakarum, las almas de los virtuosos descansan en él, pero Deckard Cain sintió una pequeña evidencia de que esto no era cierto.

HISTORIA INICIAL

Mientras que los Infiernos Abrasadores fueron concebidos por Tathamet. Los Altos Cielos se formaron desde Anu. Tras la batalla final entre estas dos deidades y el nacimiento de la Creación, su columna vertebral viajó a la oscuridad primordial, donde se ralentizó y finalmente congeló. Durante innumerables edades esta se convirtió en el Arco Cristalino, donde los Cielos tomaron forma a su alrededor. Y así, al igual que los Infiernos dieron lugar a la creación de demonios, el Arco dió vida a los ángeles. Dos razas que batallarían entre sí durante eones en el Conflicto Eterno por el control de la Piedra del Mundo. Los Cielos fueron asediados muchas veces, pero ninguna fuerza logró acceder a la Ciudad Plateada durante este conflicto.

Y LOS CIELOS TEMBLARÁN

La pureza del cielo llegó a su fin a manos de Diablo, el Señor del Terror se había convertido en un único Demonio Primigenio. Las Puertas de Diamante fueron abiertas por primera vez en su historia y los demonios las atravesaron, llegando a la Ciudad Plateada. Toda esperanza parecía perdida, y Diablo logró alcanzar el Arco Cristalino. Sin embargo, los Nephalem pudieron eliminar a Diablo y evitar la corrupción del Arco. Una vez volvió a brillar, la corrupción de Diablo fué eliminada del reino. Por un momento, la alianza entre los Cielos y el reino mortal parecía tener un lugar.

Esta alianza, no duró mucho. Los Cielos continuaron sanándose tras el asalto de Diablo, pero la Piedra de Alma Negra seguía en el reino. Tras recuperarse el reino, la piedra fué custodiada en la Ciudad Plateada. Sin embargo, su influencia corrupta seguía ahí, y apareció la discordia de nuevo en los Cielos. Haciendo caso omiso de las protestas de Tyrael, Imperius y el resto de miembros del Consejo, rechazaron el traslado del artefacto. Pero con la ayuda de los Horadrim, Tyrael consiguió sacarla de los Cielos, cesando así su corrupción.

SEGADORES DE ALMA

Con el asalto de los Segadores a Santuario, las distintas facciones de los Cielos reaccionaron de distinta forma. Sin embargo, se inmiscuyó en este conflicto cuando los Segadores asediaron los Cielos para evitar que los Nephalem pudieran perseguir a Malthael hasta la Fortaleza del Pandemonium. Malthael fué derrotado con la ayuda de Imperius.

LOS REINOS DEL DESTINO

Tras la derrota de Malthael, los Altos Cielos seguían recuperándose del asalto de Diablo. Para empeorar las cosas, una nueva amenaza surgió, los Reinos del Destino. Como resultado de la batalla de los Nephalem contra Diablo, algunos de los tomos de la Biblioteca del Destino estaban cambiando Los Cielos, transformándolos en pequeñas brechas que reflejaban el pasado, el presente y algún posible futuro, estropeando el firmamento de los Cielos. Ya que nadie supo la razón de que esto ocurriera, y seguía siendo una amenaza para Santuario, Tyrael solicitó a los Nephalem que investigaran este suceso.

DENTRO DEL JUEGO

Los Altos Cielos son el eje central del Acto IV de Diablo III. Las zonas del cielo permanecen estáticas, los mapas no son aleatorios. La mayoría de estas zonas están concentradas en la Ciudad de Plata, incluyendo los cinco dominos de cada uno de los miembros del Consejo de Angiris (Tribunal de la Justicia de Tyrael, los Jardines de la Esperanza de Auriel, las Cámaras del Valor de Imperius, las Pozas de la Sabiduría de Malthael y la Biblioteca del Destino de Itherael).

En los límites del Cielo, hay portales que conducen a otros reinos.

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