Zonas de Diablo: Fortaleza Bastión


En esta serie de artículos, hablaremos sobre algunas de las zonas de Diablo, incluyendo un poco de su historia. En este tercer artículo, visitaremos la Fortaleza Bastión situada en las Tierras del Terror.

La Fortaleza Bastión, está situada al suroeste de las Tierras del Terror, muy cerca del Crater de Arreat. Fué construida por el Rey Korsic para acorrarlar la “amenaza Bárbara” en el norte.

HISTORIA

Después de años de desastres militares, el rey, frustrado, condujo a un gran ejército hacia el norte, para conquistar a los Bárbaros de una vez por todas. Ninguno de estos soldados volvió a la fortaleza. Desde ese momento, la Fortaleza Bastión pasó a ser un baluarte situado entre las violentas tribus del norte y las tierras del sur. Los soldados que salvaguardaban sus muros estaban listos para enfrentarse a cualquier enemigo, humano o no, que pudiera sitiarles.

Los muros de la fortaleza fueron dañados por una explosión producida al destruir la Piedra del Mundo. Incluso dos décadas más tarde, los daños todavía no han sido reparados.

EL ASALTO A LA FORTALEZA BASTIÓN

“Pensaste que erás muy listo, que te habías burlado de todos nosotros. Uno por uno, nuestros hermanos cayeron en tu trampa, pero yo no lo haré. ¡Te desafío! Ahora sé que la Piedra de Alma Negra es la llave, y debe de ser mía. Pronto, mis ejércitos surgirán de la Montaña Quebrada, devastando este mundo y toda esperanza de supervivencia. Mis esbirros encontrarán la piedra, allá donde elijas esconderla. Después, por fin, ¡Azmodan reinará como el Demonio Primigenio!” (Declaración de Azmodan a Diablo).

PRIMER MOVIMIENTO

En 1285, la inexpugnabilidad de la fortaleza se puso a prueba cuando Azmodan y su Ejército del Pecado se dirigió al sur desde el Crater de Arreat, éste mismo, sirvió como escenario de batalla. El asedio de los demonios fué implacable, sus filas parecían no tneer fin, y se mantenían en batalla tanto por el día como por la noche. La moral de los defensores sitiados menguó considerablemente. Llegado el momento, se solicitaron refuerzos a Westmarch.

Al noveno día de asedio, el Comandante Calderos decidió que una “justa muestra de fuerza” era lo que se necesitaba para hacer retroceder al ejército de Azmodan y, al día siguiente, fué destinado a dirigir una carga desde las fortificaciones. Fué una táctica totalmente inútil y el asalto continuó.

Con una derrota a la vista, la Fortaleza Bastión a punto de caer y los esbirros de Azmodan sabiendo ésto, muchos demonios hicieron un alto en el asedio para deleitarse con la carne y la sangre de sus enemigos mortales. Azmodan, lanzó una llamada para que finalizara tanta indulgencia y ordenó un ataque final, buscando que la fortaleza fuera destruida antes del la luz del alba del siguiente día. Tyraely sus aliados llegaron justo a tiempo (después de encerrar a Belial en la Piedra de Alma Negra). Lograron dispersar al ejército de Azmodan y, éste, lanzó todo lo que tenía contra la fortaleza. Legiones de demonios se abalanzaron sobre los muros de la fortaleza, provocando temblores en sus cimientos, como si fueran proyectiles ardientes. El daño ocasionado veinte años atrás y que todavía no había sido reparado, no ayudó en la defensa. Tyrael, tomando el mando de los defensores de la fortaleza, ordenó a los Nephalem encender las almenas, que sirvieron para motivar aún más a los soldados. Azmodan estaba preocupado por la presencia de los Nephalem, aún así, mantuvo el asedio sobre el Bastión.

GIRAN LAS TORNAS

Los Nephalem prosiguieron su camino en busca de las almenas de la fortaleza, encendiéndolas incluso cuando los demonios escalaban los muros. Más tarde, se encontraron con el Sargento Dalen, que les informó sobre una forma de romper las lineas de Azmodan: las catapultas; pero que no podían ser preparadas debido a la alta presencia de los demonios en la fortaleza. Con la ayuda de los guardias, los Nephalem lograron armarlas y ponerlas en posición. Finalmente, los proyectiles caían sobre el ejército de Azmodan.

Azmodan se mofaba de los Nephalem, revelando que, mientras ellos armaban las catapultas, sus fuerzas habían penetrado en la fortaleza por los niveles inferiores. Para empeorar las cosas, un mensajero llegó de Westmarch, informando a Tyrael sobre la negación del Rey Justinian a mandar refuerzos para enfrentarse a “señores demoníacos imaginarios“. Tyrael, amargamente, comentó que el rey comprobaría la veracidad de estos demonios cuando su reino acabara hecho cenizas.

Los Nephalem se enfrentaron a la nueva amenaza surgida del interior del bastión, matando a Ghom, uno de los Lugartenientes del Pecado de Azmodan. Con el Señor de la Gula derrotado, los Nephalem se adentraron en el campo de batalla, destruyendo sus máquinas de guerra. Finalmente, se adentraron en el Crater de Arreat, donde consiguieron acabar con Azmodan, finalizando así el asedio a la Fortaleza Bastión.

Incluso así, el sabor de la victoria duró poco, ya que Adria mostró su verdadero rostro, transformando a los defensores en demonios y matando a muchos de ellos. Mientras que Azmodan era eliminado, Diablo volvió a la vida como el Demonio Primigenio. Muchos de los supervivientes acabaron con la moral por los suelos, no sólo por la traición de Adria y la muerte de Leah, sino también por la captura de Auriel, el Arcángel de la Esperanza, que trajo la desesperación a los Altos Cielos y Santuario hasta que fué rescatada por los Nephalem. Tras la derrota de Diablo, la Fortaleza Bastión se quedó en un estado deplorable ya que toda la comida había sido deteriorada por Ghom.

DENTRO DEL JUEGO

La Fortaleza Bastión, es la ciudad principal del Acto III y IV. Está bajo el ataque del Ejército de demonios de Azmodan. El Señor del Pecado ataca sin cuartel la fortaleza, matando a cientos de soldados y bombardeando sus muros con sus máquinas demoníacas de guerra. También envía a uno de sus comandantes, Ghom, a destruir los muros y atacar desde el interior. El Señor de la Gula es cazado y eliminado por los Nephalem. Despues de que estos ataques sean contrarestados, Tyrael se une al grupo en una ofensiva al Crater de Arreat. Aquí los héroes se enfrentan a Cydaea, la Doncella de la Lujiria y destruyen el Corazón del Pecado. Poco después, Azmodan es derrotado y encerrado en la Piedra de Alma Negra por Leah, Adria y Tyrael.

Tras la traición de Adria y el retorno de Diablo, incluso después de que los heroes hayan llegado a los Altos Cielos, pueden volver al bastión mediante el portal o uno de los puntos de teletransporte.

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