Historia de Diablo: Diablo II


En esta serie de artículos, vamos a hacer un poco más de hincapié en la Historia de Diablo. Así como en la cronología nos quedamos en simples fechas, aquí adentraremos un poco más en el tema.

Prólogo

El que derrotó a Diablo se refugia en una taberna de la tormenta que hay fuera. Está agitado, ya sea por el resto de hombres borrachos o simplemente por no poder contener al Señor del Terror mucho más, llega un momento en el que, de repente, estalla. Demonios y esqueletos surgen de la nada asesinando a todos los parroquianos, excepto a uno: Marius. El Vagabundo hizo que le siguiera sin razón aparente.

El Campamento de las Arpías

El campeón, se convirtió en el Vagabundo Oscuro, y emprendió su viaje en dirección al Monasterio de las Arpías. Una vez allí, condujo a las Hermanas del Ojo Ciego fuera de su propio monasterio, dejando a Andariel la tarea de impedir el paso de cualquiera que pudiera seguirle. Esto le dió muy mala espina a Deckard Cain, que se percató de que Andariel, antaño uno de los demonios que acabó con Diablo, ahora parecía estar dispuesto a ayudar al Demonio Primigenio.

Como ya dijimos, muchos héroes llegaron a Tristán en busca de aventuras, riquezas y gloria. Del mismo modo, otros tantos llegaron al Campamento de las Arpías por el mismo motivo. Un grupo de aventureros se pusieron en marcha en busca del Monasterio y los demonios que habitaban en él. En un Tristán invadido, se encontraron con Deckard Cain, salvándole de una buena. Éste les guió hacía su destino, donde encontraron a Andariel y, tras derrotarla, se dirigieron a Lut Gholein.

Lut Gholein

Con Marius acompañándole, El Vagabundo viajó al Este, hasta Lut Gholein en busca de la Tumba de Tal Rasha, encontrándoselo en la última cámara, todavía prisionero. Tyrael, a sabiendas de que El Vagabundo había conseguido escapar de Tristán, esperó su llegada en esa misma cámara. Ambos se enzarzaron en una pelea. Mientras tanto, Baal, que seguía atrapado en el cuerpo de Tal Rasha, notó la presencia de Marius y, pese a que el Demonio Primigenio había deteriorado a su huesped sobremanera durante sus años de cautiverio, fué lo suficientemente poderoso como para engañarle, haciéndole ver simplemente a un humano encadenado. Le incitó a que retirara la Piedra de Alma del pecho de Tal Rasha, destruyendo así el recipiente que le tenía prisionero. Gracias a su liberación, la batalla se decantó hacia el lado del mal y Tyrael fué atrapado en el interior de la tumba. Para asegurarse de que el ángel no les seguíría, invocaron a Duriel. Sin posibilidad de atraparlos, Tyrael encargó a Marius que recogiera la Piedra de Alma de Baal, viajara a Kurast y que, una vez allí, debería atravesar el portal hacia los Infiernos Abrasadores y destruir la Piedra en la Forja del Infierno.

El grupo de héroes que se habían encargado de Andariel en el Monasterio, se dirigieron hacia la Tumba de Tal Rasha, donde se decía que Baal, el Señor de la Destrucción, estaba encerrado. Con la ayuda de Cain, el Cubo Horádrico y los habitantes de Lut Gholein, consiguen encontrar el camino al Santuario Arcano. En este lugar, encontraron al Invocador, la entrada del Cañón de los Magi y, finalmente, la Tumba de Tal Rasha. Allí, eliminaron a Duriel y consiguieron liberar a Tyrael. En su empeño por encontrar al Vagabundo Oscuro y a Baal, los héroes parten hacia el Este, a Kurast, ciudad de los Zakarum.

Kurast

El Vagabundo Oscuro, cuya corrupción continuaba desfigurando su forma, y Baal estaban dispuestos a liberar a su hermano mayor, Mephisto, en Kurast. El último Demonio Primigenio que quedaba preso, fué puesto bajo la vigilancia de la iglesia Zakarum, aunque consiguió doblegar a todos los miembros de la iglesia incluso desde la Piedra de Alma, a excepción del lider supremo (o Que-Haegan), Khalim. El Gran Consejo, que en otra época había dirigido la órden de los Paladines, se convirtió en el ejército de Mephisto en Santuario. De ese modo, los dos Demonios Primigenios, no encontraron resistencia a su llegada a Kurast. Una vez los tres juntos, el Vagabundo Oscuro tomó la forma del Señor del Terror, Diablo, y abrieron un portal hacia el Infierno. Diablo tenía una tarea: recuperar los Infiernos Abrasadores de las manos de Azmodan y Belial. Finalmente, atravesó el portal.

Obviando a los Tres, Marius había presenciado una reunión y la transformación de su compañero de viaje. Pese a que Tyrael le había encargado avenrurarse a Los Infiernos, no encotró la valentía de realizar esa tarea. En su lugar, abandonó el lugar y sólo encontró paz internándose en un manicomio.

Baal siguió a Diablo poco después de su marcha, ya que cuando el grupo de aventureros llegó al nivel más profundo de las Mazmorras de la Represión, ya no se encontraba allí. Los Tres eran conscientes de que alguien les perseguía, por eso Mephisto permaneció allí, para detenerlos. Finalmente es derrotado y su Piedra de Alma queda intacta, de ese modo, los aventureros la llevan al Infierno atravesando el portal previamente abierto.

La Fortaleza del Pandemonium

Diablo desató un poder sin igual en el Santuario del Caos.

En el Infierno, el grupo de héroes enfrentan el mal desde la Fortaleza del Pandemonium, que es el principal bastión de Los Altos Cielos en su guerra contra el Infierno. Se les encomienda tres misiones importantes a llevar a cabo:

  • Buscar a Izual, el ángel caido, y derrotarlo por su traición.
  • Encontrar la Forja del Infierno para destruir la Piedra de Alma de Mephisto.
  • Encontrar a Diablo y desterrarlo del reino mortal.

En el pasado, Izual fué uno de los lugartenientes más célebres de Tyrael hasta que, en contra de la voluntad del Consejo de Angiris, lideró un asalto contra la Forja del Infierno, intentando detener la forja del Colmillo de las Sombras, un arma pensada para combatir la Ira Celeste, la espada que portaba. Durante este asalto, fué capturado y torturado para conseguir información, desvelando muchos secretos de los Altos Cielos al enemigo. Tras regresar de su misión fallida, el Consejo de Angiris, iracundo por su desobediencia y su traición, condenaron a Izual a adquirir una forma demoníaca y lo desterraron al Vacio.

Tras ser derrotado por el grupo de aventureros, Izual les confiesa que, gracias a él, los Demonios Primigenios consiguieron "controlar su propio exilio" en Santuario. Por lo que parece, Izual tuvo un papel importante durante el Exilio Oscuro y, sin él, probablemente esos hechos no hubieran ocurrido.

Finalmente, la Piedra de Alma de Mephisto es destruida y el grupo de héroes consiguen encontrar a Diablo. El Señor del Terror se encuentra súmamente protegido en el Santuario del Caos. Éstos consiguen derrotarlo y arrojar su Piedra de Alma a la Forja del Infierno.

Epílogo

Con Diablo derrotado, Baal marcha en busca de Marius, encontrándolo en el manicomio. Adoptando la apariencia de Tyrael, le pide la Piedra de Alma. Al entregársela, Marius se percata de que había vuelto a ser engañado. Baal acaba asesinándolo e incendiando el manicomio. El error cometido por Marius no augura nada bueno para Santuario.

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