Héroes de Azeroth: Turalyon

El General Turalyon (o Alto General Turalyon) es un reconocido paladín que sirvió a la Alianza durante la Segunda Guerra como lugarteniente de Sir Anduin Lothar. Durante el asalto a Montaña Roca Negra, Lord Lothar cayó en batalla contra Orgrim Martillo Maldito. Fue el general Turalyon quien recogió el estandarte de batalla de Lothar y sus espada rota llegando a convertirse, de General de los ejércitos de Lordaeron, a Comandante Supremo de las Fuerzas de la Alianza. Desde ese día, Turalyon ha sido atormentado por la muerte de Lothar, creyendo que fue culpa suya.

Segunda Guerra:

Turalyon fue uno de los primeros cinco paladines de la Mano de Plata que fueron imbuidos en los poderes de la Luz por el Arzobispo Alonsus, junto a Uther, Gavinrad el Terrible, Saidan Dathrohan y Tirion, siendo el más joven de ellos. Les fue asignada la misión de ayudar a Lord Anduin Lothar y a Khadgar en la defensa de Lordaeron contra los crecientes ataques de la Horda orca. Turalyon fue nombrado lugarteniente de Anduin Lothar y puesto a cargo de la mitad de las fuerzas terrestres de la Alianza. Aunque al principio estaba inseguro de sí mismo para ejercer el mando, incrementa su autoconfianza apoyado por Alleria Brisaveloz y Khadgar, en especial al verse separado de Lothar. Fue también durante el periodo de la guerra cuando comenzó su relación romántica con Alleria, líder de los guardabosques elfos, que posteriormente daría a luz a su hijo Arator.

Turalyon luchó junto a Lothar en las primeras escaramuzas en Laderas de Trabalomas. Luego de forzar a la Horda a moverse de su lugar de desembarco, las fuerzas de la Alianza siguieron a las de la Horda al paso del noreste que llevaba a la montaña, donde se encontraba la base de Pico Nidal, hogar de los enanos Martillo Salvaje. Sin embargo, el objetivo de la Horda no era el bastión enano. No era más que una estrategia para atraer a la mayor parte de sus perseguidores como un juego entre el gato y el ratón en las montañas y bosques de las Tierras del Interior, mientras que el principal ejército de la Horda marchaba hacia las tierras élficas de Quel'Thalas. Desde su localización, la Horda podía escoger entre lanzar los ataques a Lunargenta o a Stromgarde. Lothar envió a Turalyon, Khadgar y Alleria a interceptar a la Horda antes de que Quel'Thalas fuera quemada. Turalyon llevó sus fuerzas al este y luego al norte atravesando el paso ahora conocido como Barranco Bruma Enferma, pero era demasiado tarde: la Horda había invadido Villa Darrow, tomando la piedra rúnica y trasladándose al este en los bosques que rodean Stratholme. La Horda procedió a diezmar Stratholme así como la aislada ciudad de la Mano de Tyr antes de moverse al norte y prender fuego al Bosque Canción Eterna en el sur de Quel'thalas.

Los ejércitos de la Alianza lograron detener el avance de la Horda en Quel'Thalas, pero a costa de muchas vidas y de una considerable porción del Bosque de Canción Eterna. Una angustiada Alleria buscó consuelo en los brazos de Turalyon. El brutal asalto a su hogar convenció a los elfos a ofrecer ayuda a la Alianza. Cuando Turalyon abandonó Quel'Thalas, estaba a la cabeza de un ejército élfico. Luego de atravesar la montañosa región de Alterac, llegaron a la Capital justo a tiempo para detener el avance de Martillo Maldito y hacer retroceder a los orcos a las costas de Trabalomas.

Lugarteniente del León:

Turalyon y sus camaradas reunieron al resto de los ejércitos de la Alianza para liberar Forjaz. Forzaron a la Horda a retroceder a Roca Negra. La batalla resultó devastadora para ambos bandos. En plena batalla, vio a su comandante enfrentándose al mismísimo Orgrim Martillo Maldito. Al ver al orco con cierta ventaja, Turalyon intentaba abrirse paso para ayudar a Lothar pero los guerreros orcos no se lo permitieron, no podía hacer nada, excepto observar como el martillo de Doomhammer contundentemente cayó sobre Lothar. Empujando a todo lo que se encontraba en su camino, Turalyon se dirigió al cuerpo del héroe, con lágrimas en los ojos observaba como el jefe de guerra se reía y clamaba victoria.

Tras superar el dolor y la ira, el paladín levantó la rota espada del León y reunió a las fuerzas de la Alianza con el feroz grito: "¡Por Sir Lothar!" que sacudió los corazones hasta de los orcos sedientos de sangre. El enfurecido ejército de la Alianza atacó a los desmoralizados orcos. En el ocaso de su ira, Turalyon casi mató a Martillo Maldito pero le perdonó la vida. La batalla se perdió, la Horda retrocedió hasta su último bastión: el Portal Oscuro. Turalyon se lanzó en su persecución y los orcos no tuvieron más remedio que adentrarse en el Portal.

Expedición a Draenor:

Unos pocos años después, el Rey Terenas Menethil II de Lordaeron le instó a unirse a la Expedición de la Alianza (también conocida como Hijos de Lothar) que atravesaría el Portal Oscuro hacia Draenor, como Alto General de la misma. Ahí se supo que un chamán orco planeaba usar varios poderosos artefactos para abrir más portales que permitirían a la Horda, escapar e invadir otros mundos. Al llegar, Turalyon renovó su relación con Alleria Brisaveloz y sitió la Ciudadela del Fuego Infernal. Desafortunadamente, Ner'zhul ya había escapado. Mientras estaban decididos a ir tras el chamán loco, Alamuerte, que poseía la Calavera de Gul'dan, fue en una dirección diferente. La calavera era necesaria para cerrar el portal así que las fuerzas de la Alianza se dividieron: Khadgar, Turalyon, y Alleria siguieron al dragón negro mientras que Danath Trollbane, los guardabosques de Alleria y los enanos de Kurdran siguieron a Ner'zhul.

En el camino, Turalyon y sus compañeros conocieron una tribu de gronn y ogros y les pidieron ayuda para hacerle frente a Alamuerte. Luego de una fiera batalla contra el Vuelo Negro, lograron recuperar la calavera y se reunieron con las fuerzas de Danath en un intento final para asediar el Templo Oscuro. Sin embargo, no pudieron detener a Ner'zhul quien abría y escapaba por los portales. La consecuente energía caótica que los portales liberaban empezó a destruir el planeta. Para evitar que la futura destrucción de Draenor afecte Azeroth, el valiente paladín ayudó al Archimago Khadgar a destruir el Portal Oscuro que unía los dos mundos.

Como Draenor explosionaba a sus alrededores, Turalyon llevó a las fuerzas que estaban con él hacia un portal conectado a otro mundo. Luego de una serie de titánicos eventos que convirtieron a Draenor en Terrallende, Turalyon, Alleria, Khadgar, Danath y los demás miembros de la Alianza retornaron a Draenor. Tras una breve inspección sobre los daños, Turalyon llevó a sus compañeros al Bastión del Honor, el cual soportó el caos que Draenor había sufrido. Sin embargo, Turalyon y Alleria desaparecieron de la faz de la tierra y nuca más se supo de ellos.

La figura de Turalyon ha sido inmortalizada en piedra en el Valle de los Héroes de la Ciudad de Ventormenta, junto a otros líderes de la Expedición de la Alianza. La espada rota en su mano es una referencia a la espada de Lothar, que tomó luego de que el gran héroe muriera.

Años más tarde, tras su desaparición, se erigió una estatua en su honor en el Valle de los Héroes en la Ciudad de Ventormenta. En ella podemos leer:


General Turalyon

Antiguo teniente de Lord Anduin Lothar. Caballero de la orden de la Mano de Plata. Alto general de la Expedición de la Alianza que marchó hacia Draenor, tierra de orcos. Presuntamente fallecido.

Esarus thar no'Darador' - Servimos por la sangre y el honor. Viejo amigo, fuiste la mano derecha de la justicia y la virtud. Honraremos tu nombre en nuestras salas… por siempre.

- Lord Uther el Iluminado, Caballero de la orden de la Mano de Plata -

Personalidad:

Cuando Turalyon es nombrado lugarteniente de Lord Lothar, al principio se muestra inseguro de su capacidad para liderar. En el momento en que se ve separado de Lothar y a cargo de la mitad de las fuerzas de la Alianza, se apoya en Khadgar y en Alleria, que le fortalecen su autoconfianza. Fuerte en fe, el personaje evoluciona de modo que sus habilidades como paladín y su experiencia en combate le ayuden a vencer al hábil estratega que es Orgrimm Martillo Maldito.

Turalyon es amable y gentil, sólo desea paz. Su inocencia y comprensión de la personalidad le permiten ver a las personas cómo son realmente. No lleva odio en su corazón, ni ante sus enemigos y es misericordioso: se negó a asesinar a Martillo Maldito incluso cuando el orco asesinó a Lothar, personaje a quien Turalyon admiraba mucho. Sin embargo, cuando las vidas inocentes son amenazadas, la naturaleza pasiva de Turalyon cambia a la de un vengador determinado dispuesto a hacer lo necesario, dejando a un lado su propio bienestar y poniendo las vidas de los demás como prioridad. Es por estas razones por las cuales Alleria Brisaveloz se enamoró de él.

Fe:

A temprana edad, Turalyon se unió al sacerdocio y estuvo bajo la guía de Uther, quien en ese momento era un caballero de Lordaeron y un aprendiz del Arzobispo. Creía en la Luz Sagrada pero nunca fue capaz de sentir toda su fuerza. Cuando vio la destrucción que la Horda había traído a Azeroth, sintió flaquear su fe. Cuando Lothar fue derrotado la fe de Turalyon se revitalizó y fue tan fuerte que las fuerzas de la Alianza se sorprendieron por completo. Turalyon recurrió a su habilidad como paladín y su experiencia en el mando para derrotar a Martillo Maldito.

Combate:

Aunque inicialmente fue sacerdote, Turalyon es un guerrero experto y temible y puede luchar tan bien como un caballero. Él, como Lothar, eran normalmente vistos liderando contingentes de caballeros, aplastando a cualquier enemigo con su martillo de guerra y su aura, que difundía el ánimo a sus tropas y miedo a los corazones de sus adversarios. Su determinación y fe le da suficiente fuerza como para luchar con docenas de enemigos. Es un experto estratega y es conocido por sorprender a sus enemigos con temibles embestidas de los caballeros y soldados a pie mientras son ayudados por flechas y magia.


Fuente: WoWPedia



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