Maximizar la eficiencia sin morir en el intento...
Parece una perogrullada, pero igual no lo es. A pesar de la aterradora reputación del género, los juegos de estrategia en tiempo real (RTS por sus siglas en inglés) se basan en unos conceptos sencillos (como maximizar la eficiencia sin morir en el intento) que, en conjunto, conforman un producto rebosante de acción pero sorprendentemente accesible.
La campaña para un solo jugador es un estupendo punto de partida si queréis probar un RTS. Podéis conocer una historia muy interesante a vuestro propio ritmo (gracias a los ajustes de dificultad, que oscilan de fácil a muy difícil) antes de decidir si queréis sumergiros en los modos de juego JcJ o cooperativos. Las distintas formas de jugar a un RTS (y aquí incluimos la enorme variedad de contenido creado por los usuarios) permiten que todo el mundo pueda disfrutar de la exploración de mundos lejanos envueltos en una ominosa niebla, de la construcción de grandes bases con tecnología sobrenatural y de la gestión de colosales ejércitos de fantasía de muchas y variadas formas. A pesar de la reputación del género, los RTS no son la antesala de los esports. La experiencia se asemeja más a la exploración de un universo digital que ofrece un amplio abanico de desafíos creativos en los que se toman decisiones cruciales, con independencia del nivel de experiencia del jugador.
Si tenéis ganas de probarlo, este es buen momento para empezar vuestra aventura en los RTS con la beta de Warcraft III: Reforged, que ya está disponible para los jugadores que adquiriesen una Entrada Virtual de la BlizzCon o hayan precomprado el juego. Para ayudaros en vuestro periplo, aquí tenéis algunos consejos que os vendrán bien para el siguiente juego de estrategia en tiempo real que probéis, con independencia del título, la facción o el modo de juego:
En primer lugar, vamos a familiarizarnos con los controles básicos de los RTS. Esta parte igual os aburre, pero es importante.
Controles
Una vez familiarizados con el control de las unidades y los comandos, tenéis que comprender algunos de los conceptos básicos y de las estrategias inherentes a los RTS. Hablemos sobre:
Economía
Todas las partidas comienzan asignando trabajadores (las unidades civiles que normalmente se dedican a la recolección y construcción) a la recogida de los recursos que se encuentran en las inmediaciones. A continuación os tocará crear más trabajadores, que a su vez generarán más recursos y os permitirán invertir en edificios avanzados, más bases y un ejército poderoso.
Cuando tengáis el número suficiente de trabajadores extrayendo recursos al mismo tiempo que crece vuestro ejército y vuestra base, podréis crear, mantener y sustituir unidades y edificios. Esto es lo que se llama tener una buena «economía». Es uno de los aspectos que se descuidan con más facilidad y, sin embargo, está entre los más importantes para llevarse la victoria en la mayoría de RTS.
Construcción de la base
Crear una base que cuente con edificios únicos es uno de los aspectos más gratificantes de cualquier RTS, pero es fundamental entender los porqués de su construcción antes de lanzarse a ello.
Los edificios varían en coste, tiempos de construcción y usos. Por poner un ejemplo, los concejos permiten construir trabajadores y recolectar recursos, mientras que otros edificios producen unidades para vuestro ejército o mejoran distintos tipos de unidades. No es necesario que construyáis todos los edificios disponibles en una partida. De hecho, al principio os vendrá bien centraros en la construcción de unos pocos edificios de producción de unidades para entender los conceptos básicos y lograr el objetivo de vencer al enemigo.
Otro concepto importante que debéis aprender es el de la «expansión», que en un RTS significa crear nuevas bases o puestos de avanzada más allá de los límites de vuestra zona de inicio. Existe una cantidad limitada de recursos cerca de vuestra base inicial, por lo que es necesario expandirse para costear la guerra en partidas largas. Además, también es beneficioso porque se tiene más visión y espacio disponible para construir edificios y producir unidades.
Creación y control de un ejército
Construir una base gigante está bien, pero las partidas se ganan venciendo a los enemigos. Y para ello, necesitaréis un ejército.
Aunque existen diferencias significativas entre unidades en función del juego y de la facción, hay ciertos conceptos y estrategias elementales que siempre serán una constante:
Exploración y conocimiento del mapa
Aunque la madera, los minerales, el gas y el oro son recursos importantes en cualquier RTS, no hay nada más valioso que la información.
Si ya habéis plantado los cimientos de vuestra economía y vuestra base ya está en crecimiento, seguramente lo mejor sea empezar a explorar para recopilar información sobre el enemigo. Una unidad barata, enviada a explorar el mapa en los primeros compases de la partida, puede proporcionaros información vital sobre la ubicación, estrategia y economía de vuestro oponente. Podéis aprovechar esta información para preparar vuestras defensas, empezar a producir las unidades ideales para contrarrestarlo o atacarlo pronto si creéis que es vulnerable.
Además de usar unidades de exploración, la colocación estratégica de unidades o edificios económicos por el mapa os ayudará a manteneros informados sobre los movimientos del enemigo. Procurad prestar atención al minimapa para detectar sus movimientos y prepararos en consecuencia.
Con este curso intensivo sobre los aspectos básicos de los RTS, ya estáis en el buen camino para dominar el sector Koprulu, llevar a cabo una matanza en Stratholme o, simplemente, pasarlo bien en partidas personalizadas. ¡Buena suerte!
Fuente: BLIZZ