Battle for Azeroth: Guía del Visitante del Estrecho de Tiragarde


El hogar ancestral de los Valiente, situado en el subcontinente de Kul Tiras y enclavado entre el mar y las grandes cordilleras montañosas del norte y el sur, es una tierra repleta de oportunidades... si sabéis dónde buscarlas. Uníos a nosotros en este recorrido por el Estrecho de Tiragarde y la capital, Boralus.

La región del Estrecho de Tiragarde es el corazón de Kul Tiras. Estas tierras, divididas prácticamente en dos por su capital, Boralus, están colmadas de fauna en las colinas y montañas al norte y al sur, y sus habitantes recogen los frutos de los océanos al sur, al este y al oeste. Se trata de un reino poblado por gente que está en contacto tanto con la tierra como con el mar.

BIENVENIDOS AL ESTRECHO DE TIRAGARDE


Si teníais cualquier esperanza de disfrutar de un recibimiento caluroso en el Estrecho de Tiragarde, esta se desvanecerá nada más llegar. La brecha entre la Alianza y el pueblo de Kul Tiras es profunda: una herida infligida por los trágicos sucesos que culminaron con la muerte de Daelin Valiente. Vuestra misión diplomática comenzará en aguas políticas revueltas, y la travesía hacia la redención será larga.

El corazón de Kul Tiras está desgarrado por disputas internas y corrupción. Las bandas criminales causan estragos mientras los líderes nobles de la región se enzarzan en una lucha por el poder y la influencia. Os hará falta mucha determinación para llegar al fondo de todo lo que está ocurriendo y restaurar el glorioso legado de los Valiente. El futuro de la Alianza depende de ello.

Boralus es una ciudad que se debe al mar. Sus ásperos tablones de madera recubren una maraña de pasarelas, terrazas y escaleras. Las azoteas y los toldos desgastados por el mar adornan los edificios, mientras que el color ámbar de las ventanas iluminadas y los faroles de las pasarelas confieren tonalidades cálidas al ambiente. Las calles pedregosas y las coloridas banderas náuticas crean un contraste con las construcciones de ladrillo y madera erosionadas por la acción del mar, lo que crea una atmósfera acogedora a pesar del frío procedente de las aguas cercanas. Los graznidos de las gaviotas de Tiragarde inundan el aire mientras exploráis vuestro nuevo hogar lejos del hogar.

Unas esclusas reforzadas con hierro en el centro del Puerto de Boralus impiden el paso desde el mar hacia los canales internos del corazón de la ciudad, mientras que los cañones que las jalonan inspiran un efecto disuasorio a los ocupantes de cualquier navío que se aproxime con intenciones maliciosas. En el puerto se encuentran atracados galeones de gran tamaño, pero, a primera vista, estas embarcaciones no parecen ser las fuerzas navales que esperaba encontrar la Alianza en Kul Tiras.

En el Mercado Vientos Alisios del puerto, los visitantes encontrarán todo lo que necesitan para una estancia prolongada en Boralus. Los mercaderes arriban a este puerto desde todos los rincones de Azeroth para pregonar sus mercancías tras viajar por las rutas comerciales afianzadas entre este lugar, el poblado de Vaderia y las tierras fértiles del Valle Canto Tormenta. Entre las instalaciones de la zona se encuentran una posada; tres portales a Ventormenta, Forjaz y El Exodar; un barco a Ventormenta; instructores de profesión; un banco; vendedores; un mapa de expedición; y muchas más cosas. No olvidéis haceros con un billete de ferri para poder viajar también por mar.

Cuidado con dónde os metéis en esta extensa ciudad y con dónde acabáis. No todos sus habitantes son ciudadanos honrados y respetables, y es peligroso deambular por el barrio equivocado.

  • Consejos de viaje: ¿Os abruman un poco vuestras responsabilidades con la Alianza? Tomaos un respiro para acariciar a alguno de los perros o gatos callejeros que os encontraréis y vuestro estrés se desvanecerá. Si no funciona, dirigíos a Puntagarfio para ver trabajar a los pescaderos.

MÁS ALLÁ DE LA CIUDAD

Encontraréis muchas más haciendas y puertos que explorar por todo el Estrecho de Tiragarde. Pronto descubriréis que la situación entre los nobles se está tornando inestable y tendréis que averiguar cuál es el origen de todo.

Encontraréis muchas más haciendas y puertos que explorar por todo el Estrecho de Tiragarde. Pronto descubriréis que la situación entre los nobles se está tornando inestable y tendréis que averiguar cuál es el origen de todo.

Al noroeste de Boralus se hallan las verdes y ondulantes colinas de la Hacienda de Norwington, donde tendréis la ocasión de ahondar en la cultura de Kul Tiras, participar en un festival y disfrutar de una visita guiada. La cría de animales y la equitación son disciplinas fundamentales para el pueblo de Kul Tiras; muchos de ellos son expertos jinetes y halconeros.

Más al norte os encontraréis con los Bellacos, encargados de entrenar los grifos que emplean los habitantes de Kul Tiras. Necesitaréis ropajes de invierno si tenéis pensado marchar hacia el Glaciar Menguante y soportar los vientos gélidos que soplan por sus helados desfiladeros.

Aunque son famosos por su destreza naval, los habitantes del Estrecho de Tiragarde también son consumados cazadores, hasta el punto de atreverse a dar caza a los terroríficos monstruos que acechan en las profundidades del Mare Magnum. Los aficionados a la caza y la pesca deberán acercarse a la Residencia Kennings, al sur de Boralus, y también hay múltiples oportunidades para practicar la caza en unas tierras en las que los caballos mesteños del fiordo galopan en libertad. Este lugar ofrece algo que hacer a todo el mundo.

  • ¿Sabíais que...? El término «borda» (también conocida como «regala») se refiere al canto superior del costado de un buque o barco.

PRECAUCIÓN: PIRATAS

No encontraréis una acumulación mayor de escoria y villanía que en Fuerte Libre, situado más al sur. Está infestado de piratas, bribones y todo aquel que quiere vivir libre del control de Kul Tiras. Estos canallas suponen una creciente amenaza para las familias gobernantes de la región, y alguien debería encargarse de ponerlos en su sitio antes de que sea demasiado tarde.

* En Kul Tiras hay tres nuevas mazmorras: Fuerte Libre, Tol Dagor y Asedio de Boralus.

Hay mucho que vivir en el Estrecho de Tiragarde, y en sus colinas y valles os aguardan peligros inefables. En el interior, las montañas y los bosques son cotos de caza inmejorables. Un extenso literal rodea el estrecho por el sur, el oeste y el este, donde los más valientes pueden pescar, navegar, nadar y buscar tesoros. Eso sí, no olvidéis llevar tapones para los oídos para evitar el canto de las sirenas de la costa meridional.

Cuando creáis estar preparados para aventuraros fuera del Estrecho de Tiragarde, al norte os esperan las ondulantes colinas y montañas del Valle Canto Tormenta, mientras que al oeste hallaréis las estigias lomas y cordilleras de Drustvar. La oportunidad de ganaros el favor de los ciudadanos de Kul Tiras está a vuestro alcance.

Fuente: BLIZZ

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