Mike Ybarra tuvo planes para reiniciar Overwatch y eliminar microtransacciones en Diablo IV
El mundo de los videojuegos se encuentra en constante cambio, y pocas compañías han experimentado transformaciones tan significativas como Blizzard Entertainment. A medida que sus títulos más icónicos, como Diablo IV y Overwatch, continúan evolucionando bajo la presión de nuevos modelos de negocio y la demanda del mercado, surge una pregunta interesante: ¿cómo serían hoy estos juegos si no hubiese ocurrido la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft en 2023, una compra que involucró la asombrosa cifra de 69 mil millones de dólares?
Según revela Jason Schreier en su libro Play Nice: The Rise, Fall, and Future of Blizzard Entertainment, el ex presidente de Blizzard, Mike Ybarra, tenía en mente importantes cambios para ambos juegos antes de su salida de la compañía. Entre estos planes, se destacaban la reducción de las microtransacciones en Diablo IV y un ambicioso reinicio para Overwatch. No obstante, estos cambios nunca llegaron a realizarse debido a la partida de Ybarra de la empresa.
Microtransacciones y su impacto en Diablo IV
En lo que respecta a Diablo IV, Ybarra contemplaba reducir significativamente las microtransacciones, algo que muchos jugadores habrían recibido con entusiasmo. Aunque los detalles sobre cómo se habrían llevado a cabo estos cambios no fueron revelados, es evidente que cualquier intento de desmantelar el lucrativo sistema de la tienda cosmética habría enfrentado una fuerte resistencia interna. La tienda de Diablo IV ha generado más de 150 millones de dólares en ingresos a lo largo de su vida útil, lo que subraya el desafío de abandonar un modelo de negocio tan rentable.
A pesar de que las microtransacciones en Diablo IV son menos agresivas en comparación con otros títulos, la posibilidad de eliminarlas por completo habría sido un cambio radical en la filosofía de Blizzard. Algunos jugadores, particularmente aquellos que critican el modelo de pago por cosméticos, habrían celebrado tal decisión. Sin embargo, desmantelar un sistema tan integrado en la estructura del juego probablemente habría implicado una considerable carga de trabajo para los desarrolladores, desde la creación de nuevos elementos estéticos para compensar la falta de ventas cosméticas, hasta la reestructuración de la economía interna del juego.
El hipotético reinicio de Overwatch
El otro gran proyecto de Ybarra habría sido un reinicio para Overwatch. La idea de un Overwatch que no estuviera sostenido por microtransacciones masivas resulta atractiva para muchos, especialmente para aquellos que sienten que Overwatch 2 se ha alejado de la esencia original del juego debido a su enfoque en servicios en vivo y compras dentro del juego. Sin embargo, no está claro cómo habría funcionado este reinicio, o si hubiese sido bien recibido por la comunidad que ya ha invertido tiempo y dinero en la versión actual.
El hecho de que Ybarra haya considerado una reformulación sugiere que, en su opinión, el modelo de servicio en vivo no era sostenible para Overwatch en el largo plazo. Aunque este tipo de estructura de negocio ha sido adoptada por muchos títulos modernos, con el fin de asegurar una fuente continua de ingresos, parece que, al menos internamente, comenzaba a surgir la idea de que no todos los juegos pueden o deben depender de este enfoque.
La relación de Ybarra con Blizzard y su salida
El mandato de Mike Ybarra en Blizzard, que comenzó en 2021, estuvo marcado por tensiones con los empleados. Uno de los momentos más conflictivos fue una reunión general en febrero de 2023, en la que defendió el regreso obligatorio a las oficinas tras un largo periodo de trabajo remoto. Este evento aumentó su impopularidad entre la plantilla, lo que, según el libro de Schreier, reflejaba un ambiente laboral complicado.
Es difícil saber cómo habrían afectado los planes de Ybarra a los desarrolladores, especialmente si su idea era pivotar hacia un modelo diferente del servicio en vivo, que está profundamente arraigado en la estructura actual de ambos títulos. Si bien los fans de Blizzard habrían recibido con entusiasmo una disminución de las microtransacciones o un cambio de rumbo en Overwatch, no está claro si el equipo de desarrollo compartía esa misma visión.
Lo que pudo ser, pero nunca fue
El destino de los videojuegos es, en muchos casos, el resultado de decisiones corporativas que a menudo permanecen fuera de la vista del público. La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft cambió el rumbo de la compañía, y con ella, cualquier plan que Ybarra pudiera haber tenido para reformar Diablo IV y Overwatch.
Aunque nunca sabremos con certeza cómo habrían sido estos juegos si Ybarra hubiese permanecido en Blizzard, lo que está claro es que su visión se alejaba del camino que finalmente tomó la compañía. Diablo IV sigue adelante con su tienda de cosméticos, mientras que Overwatch continúa como un producto basado en servicios en vivo. El libro de Schreier nos ofrece una fascinante ventana a lo que pudo ser, pero que, debido a las circunstancias, nunca llegó a concretarse.
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