Microsoft ha anunciado el despido de aproximadamente 650 empleados en su división de videojuegos Xbox, en una reestructuración estratégica tras la adquisición de Activision Blizzard. Phil Spencer, jefe de Microsoft Gaming, comunicó que esta decisión busca alinear la estructura de la compañía para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo. Los despidos afectarán principalmente a funciones corporativas y de soporte, pero no a estudios de desarrollo ni a proyectos clave como juegos o dispositivos.

Este ajuste es parte de un esfuerzo mayor que ha visto recortes significativos de personal en Microsoft a lo largo de 2024. A principios de año, la compañía ya había despedido a 1.900 empleados, y en mayo se anunció el cierre de cuatro estudios de videojuegos, entre ellos Tango Gameworks y Arkane Austin.

Spencer señaló que se ofrecerán paquetes de compensación a los empleados afectados, que incluyen indemnizaciones, extensiones de cobertura sanitaria y servicios de recolocación para facilitar su transición. Estos despidos reflejan la necesidad de Microsoft de adaptarse a un entorno económico y de negocios cambiante, con el objetivo de optimizar la eficiencia operativa sin comprometer el desarrollo de futuros productos y servicios dentro de su ecosistema de juegos.

A pesar de estas medidas, la compañía ha enfatizado que no se cancelarán juegos ni experiencias, asegurando a los jugadores que los títulos en desarrollo seguirán adelante sin interrupciones significativas​