Son muchos los jugadores que llevan consigo un pedazo tangible de las aventuras vividas en Azeroth. Entre ellos, destacan las figuras impresas en 3D de sus propios personajes.

Este es precisamente el caso de Jovia, un sacerdote que se entrelazó inesperadamente con la vida real y la comunidad de WoW.

Un hallazgo inesperado en un mercadillo

Hace unas semanas, un usuario de Reddit compartió la foto de una figura de personaje que encontró en un mercadillo de Tennessee. No era un coleccionable oficial ni un héroe de la historia, sino el personaje de un jugador. Intrigado, pidió ayuda a la comunidad para localizar al verdadero dueño.

El misterio detrás de la figura

La publicación se viralizó rápidamente, atrayendo la atención de toda la comunidad. Tan solo tres días después, la respuesta apareció. Un contacto anónimo informó de que conocía al dueño original del personaje. Tras intercambiar mensajes y confirmar detalles, la verdad salió a la luz:

La figura había pertenecido efectivamente a Jovia, pero fue robada hace años de un almacén junto con otras pertenencias personales. Los ladrones, lejos de moverse mucho, terminaron revendiendo todo en casas de empeño y tiendas de segunda mano locales. El mercadillo en el que reapareció la figura estaba en la misma ciudad donde ocurrió el robo.

El destino quiso que terminara en manos de alguien dispuesto a buscar al dueño original en lugar de quedarse con el hallazgo.

El reencuentro fue posible gracias a la rapidez y el compromiso de la comunidad. Aunque el personaje cambió de nombre y raza hace más de diez años, la figura de Jovia volvió a su legítimo dueño. Una pequeña victoria que resalta la fuerza de la comunidad de World of Warcraft, siempre dispuesta a movilizarse por causas que conectan recuerdos, identidad y justicia