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Desde su lanzamiento en 2004, World of Warcraft ha sido mucho más que un simple videojuego. Es un universo compartido, un segundo hogar para millones de jugadores, y un lugar donde la gente ha vivido aventuras, risas y momentos que trascienden la pantalla. Pero también es un espacio donde, a veces, toca decir adiós.
Hace unos días, un jugador conocido como Kelddel compartió en redes sociales algo que tocó el corazón de toda la comunidad: la despedida de un amigo dentro del juego. No era un enfado ni una simple desconexión temporal, sino una carta de despedida sincera y humana, como las que ya casi no se ven.
En las imágenes que publicó, podían leerse dos mensajes enviados a través del sistema de correo interno de WoW Classic. En el primero, Kelddel se despedía de su compañero con unas palabras que resumen lo que muchos sienten cuando un camarada de aventuras se marcha de Azeroth:
“Hola, amigo. Lamento que te vayas. Pero la vida es más importante que este juego. Espero que todo te vaya bien fuera de WoW. Cuídate, y si algún día quieres volver a ponerte en contacto conmigo, aquí tienes mi Discord.”
A este mensaje siguió una respuesta que, por su honestidad y madurez, rápidamente se viralizó entre los fans:
“Hola, tío. Por desgracia, tengo que irme. Cada pocos años vuelvo a descubrir que no puedo tener una relación sana con los videojuegos, especialmente con este. Es curioso que en 20 años tantas cosas cambien, pero la adicción no, ja. Fue genial jugar contigo. Te deseo lo mejor a ti y a los tuyos. Paz para ti.”
Junto a la carta, el jugador envió un pequeño regalo con algo de oro, un detalle simbólico, casi poético, que demuestra que incluso en un mundo de píxeles puede haber gestos profundamente humanos.
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