Bajo el mandato de la acusadora, las Salas de la Expiación honraban la misión de Revendreth. En ellas resonaban ecos de sufrimiento y pecado, pero siempre con el fin de redimir a las almas y evitar que cayeran en Las Fauces. Sin embargo, el lord chambelán, recién elevado a su cargo, ha pervertido la función de las salas para cosechar ánima de forma egoísta, hasta el punto de dejar a muchas almas sin posibilidad de redención. Alguien debe acabar con la depravación que se han instalado entre estos muros.

En el presente artículo pasamos a detallaros el método para completar cada uno de los logros disponibles en Salas de Expiación. Recuerda que dichos logros deben completarse en dificultad mítica o superior para llegar a obtener finalmente la Gloria del héroe de Shadowlands y su montura asociada, Engullidor voraz.

Recoger los pedazos

Nos pedirá derrotar a Halkias, después de que reabsorba sus tres fragmentos en dificultad mítica. Previamente, nuestra primera tarea será la de limpiar todos los caminos necesarios entre los 3 Fragmentos de Halkias, ya que deberemos moverlo bastante.

Como sabremos, estos 3 Fragmentos, son precisamente los 3 que derrotaremos, para activar este primer encuentro. Con todo limpio, agarraremos a Halkias, y siempre moviéndonos dentro del área que tiene, iremos hasta el primer Fragmento. Obviamente en este movimiento, varias veces deberemos lidiar con los barrages de Luz de Pecado Refractada, por lo que mucho cuidado.

Cuando suceda, quietos, sortearemos las líneas, y luego a continuar. Una vez lleguemos, si tenemos sacado el logro, veremos que cambia su criteria, por lo que continuaremos subiendo por las escaleras. De nuevo, sin salir del área y teniendo cuidado con los barrages, continuaremos hasta el segundo Fragmento, que lo absorberá simplemente situándose encima de él. Y una tercera vez moveremos a Halkias, esta vez una gran distancia hasta llegar al tercer y último Fragmento, cumpliéndose ya los requerimientos para poderlo derrotar, y que nos de este logro.

Destruyendo que es gerundio

Consistirá en derrotar a Echelon, después de destrozar a 18 o más malignos de piedra inmortales, de una vez en dificultad mítica. Es un logro sencillo, pero que deberemos esperar un tiempo hasta cumplir los requisitos. Como sabemos del combate normal, cada cierto tiempo Echelon invocará un grupo compuesto por 6 Malignos de Piedra Inmortal, que mataremos a ser posible juntitos.

Continuaremos el combate de forma normal, solo que en vez de aplastarlos con el Salto destructor de piedras, lo haremos lejos para no matarlos. Esto implica que cada cierto tiempo vuelvan a renacer y debamos matarlos de nuevo. Aun así, esperaremos 3 o 4 rondas, lo que hará que hayan activos 18 o más Malignos, y en ese momento usaremos todos nuestras habilidades de daño para matarlos lo más juntos posible. Tras eso, el próximo Salto destructor de piedras lo haremos sobre ellos, y morirán todos a la vez, o al menos más de 18 de una tacada, cumpliéndose el requerimiento del logro, y pudiendo ya acabar con Echelon para terminar el logro.

Nadie arrincona a Denathrius

Tendremos que acabar con el lord chambelán, con 3 estatuas de piedra del pecado en las esquinas de la sala en dificultad mítica. Visto así puede parecer algo raro, pero al final es sencillo de hacer como veremos ahora a continuación. Al menos hasta el 40%, el combate lo haremos de forma normal, ya que deberemos realizar el logro tras el segundo Coro del Chambelán, que lo hará al 70% y al 40%.

Tras eso, como veremos marcado en el vídeo, tendremos 3 esquinas en la zona de combate, que generalmente ni se usa. En ese momento, nos situaremos ya todos en una esquina marcada, y tras el primer Lanzamiento telequinético, una de las estatuas quedará encajada en la esquina. Nada más verlo, nos moveremos a la segunda esquina, para repetir el proceso, y otra vez con la tercera estatua y tercera esquina. Si todo va bien, veremos que el requerimiento del logro cambia a completado, y ya si podremos acabar con el jefe de mazmorra para terminar el logro. Si vemos que no cuenta, porque nos ha pasado de que alguna esquina no termina de contar bien, simplemente repetid y saldrá en seguida.