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userHols
calender18 de enero de 2025

Contrariamente a las expectativas de Microsoft, la compra de Activision Blizzard parece que no está dando sus frutos.

En el panorama empresarial del sector de videojuegos, pocas adquisiciones han generado tantas expectativas y debates como la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Sin embargo, a pesar de los $132.000 millones invertidos en las adquisiciones de ZeniMax Media y Activision Blizzard, los resultados obtenidos han estado lejos de cumplir con los objetivos estratégicos que la compañía había trazado.

Contexto y decisión estratégica

En 2021, el director general de Microsoft, Satya Nadella, enfrentó una decisión crítica: cerrar Xbox debido a su falta de rentabilidad o intentar revitalizar el ecosistema apostando por adquisiciones importantes. Optó por lo segundo, con el objetivo principal de potenciar Xbox Game Pass y aumentar su base de suscriptores hasta 100 millones para 2030. Sin embargo, esta meta parece cada vez más lejana, ya que en febrero de 2024 los suscriptores apenas alcanzaban los 34 millones. Esto implica que el servicio tendría que triplicar su base de usuarios en cinco años, algo que, según analistas, es poco realista.

Las cifras que no alcanzan

Aunque las adquisiciones impulsaron un aumento en los ingresos por ventas de juegos y servicios relacionados, estos no han alcanzado las metas internas de Microsoft. Para el otoño de 2024, el crecimiento del segmento Xbox se estancó, reflejando un problema estructural en la estrategia. Además, el atractivo del Game Pass parece limitado, tanto para jugadores como para desarrolladores. De hecho, varias grandes editoras han rechazado ofertas lucrativas de Microsoft para lanzar sus juegos en el servicio.

Problemas con la nube

Otro objetivo de Microsoft con la adquisición de Activision Blizzard era fortalecer su plataforma en la nube, Azure, esperando que las nuevas adquisiciones atrajeran a más desarrolladores. Sin embargo, los estudios que forman parte de Activision Blizzard han mostrado preferencia por servicios como Google Cloud y Amazon Web Services, lo que socava este pilar clave de la estrategia de la compañía.

Críticas y decepciones

El escepticismo de los analistas y accionistas también pone de manifiesto los retos de Microsoft. Danny Fish, gestor de cartera de Janus Henderson Investors, calificó la adquisición de Activision Blizzard como decepcionante. Aunque este negocio ha mostrado un crecimiento sostenido durante períodos de tres a cinco años, también es volátil debido a su dependencia de grandes lanzamientos, como la franquicia Call of Duty.

Por otro lado, Michael Pachter, analista de Wedbush, consideró que la inversión a corto plazo podría justificarse si Microsoft logra posicionar a Game Pass como una fuente fiable de ingresos recurrentes. Sin embargo, este objetivo aún parece difícil de alcanzar.

Perspectivas a futuro

Microsoft se encuentra en una encrucijada. Aunque la compra de Activision Blizzard ha aportado ciertos beneficios, como un aumento temporal en los ingresos, el impacto a largo plazo sigue siendo incierto. Para garantizar el éxito, la compañía necesitará rediseñar su estrategia, centándose en aumentar el valor percibido de Game Pass y consolidar su ecosistema como un referente tanto para jugadores como para desarrolladores.

El reto de alcanzar los 100 millones de suscriptores para 2030 podría ser un sueño distante, pero también es una oportunidad para que Microsoft demuestre su capacidad de innovación y adaptación en un mercado cada vez más competitivo. Lo que está en juego no es solo el futuro de Xbox, sino también la credibilidad de la estrategia corporativa de una de las empresas tecnológicas más grandes del mundo.

Microsoft Activison Blizzard
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userHols
calender18 de enero de 2025
tagBlizzard, Curiosidades

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