En 2016, Universal y Activision Blizzard llevaron el universo de World of Warcraft a la gran pantalla con la película Warcraft: El Origen. A pesar de que la película recaudó solo 47,4 millones de dólares en Estados Unidos, su éxito internacional elevó la cifra total a 439,1 millones de dólares, convirtiéndose en ese momento en la película basada en un videojuego con mayor recaudación de la historia. Sin embargo, para Bobby Kotick, exdirector ejecutivo de Activision Blizzard, la película no solo fue una de las peores que ha visto, sino que también contribuyó a la salida del desarrollador de World of Warcraft, Chris Metzen, de la compañía en 2016.

Durante su participación en el pódcast Grit, Kotick reveló que Metzen quedó agotado durante la producción de la película. Asimismo, destacó que consideraba la película una "idea terrible", aunque el acuerdo para su desarrollo ya estaba establecido antes de la fusión de Activision con Blizzard. Según Kotick, el proyecto representó una distracción importante para la empresa, desviando su enfoque del desarrollo de videojuegos.

"Requirió muchos recursos y fue una distracción para Blizzard", comentó Kotick. "Piensa en todas estas personas que hacen videojuegos para ganarse la vida y de repente tienen la oportunidad de hacer una película; están ayudando con el casting, están en el set… y eso se convirtió en una distracción enorme. Nuestras expansiones se retrasaron, los parches no se completaban a tiempo y… fue una de las peores películas que he visto".

Kotick también mencionó que, tras la marcha de Metzen, le rogó que regresara a Blizzard, lo que finalmente ocurrió en 2022. No obstante, desde su vuelta, apenas han hablado, y Kotick concluyó con una reflexión retórica: "¿Qué puedo decirle yo a Chris Metzen sobre diseño de juegos?".

A pesar de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, recientemente se confirmó que World of Warcraft no llegará a Game Pass. En 2024, el icónico MMORPG celebró su 20.º aniversario, consolidando su posición en la industria y sin señales de un final próximo.