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Durante la pasada Game Developers Conference (GDC), celebrada a mediados de marzo, importantes figuras de la industria compartieron su visión y experiencias en el desarrollo de videojuegos. Uno de los momentos más destacados fue la entrevista que el periodista Stephen Totilo, editor del portal Game File, realizó a Rod Fergusson, actual jefe de la franquicia Diablo en Blizzard Entertainment.
En una declaración que ha encendido las expectativas —y también el escepticismo— de la comunidad, Fergusson reveló que Blizzard ha delineado una hoja de ruta interna para la franquicia Diablo que abarca los próximos 10 a 12 años.
"Hace poco trazamos los planes a largo plazo para la franquicia. De hecho, redacté una hoja de ruta que se extiende hasta 12 años en el futuro. Visualizo hacia dónde vamos y me siento inspirado por todas las cosas increíbles que podemos hacer", explicó Ferguson. "Estoy muy satisfecho con nuestros planes. Nuestros esfuerzos están centrados en lo que quieren los jugadores… y eso es todo lo que puedo decir por ahora."
Estas declaraciones llegan en un momento clave para Diablo IV, cuya hoja de ruta pública para 2025 ha sido duramente criticada por los seguidores de la saga. Muchos fans consideran que la propuesta de contenido para el próximo año resulta poco informativa, genérica y excesivamente dependiente de "contenido prestado" o reciclado. Cada temporada anunciada parece seguir el mismo patrón, lo que ha generado frustración entre quienes esperaban una evolución más audaz y original del juego.
Frente a esta recepción mixta, la afirmación de Fergusson sobre una visión a 12 años puede leerse de dos maneras: como una promesa de compromiso y ambición a largo plazo por parte del equipo de desarrollo, o como un intento de calmar las aguas en medio de una percepción de estancamiento creativo en el corto plazo.
Si bien es habitual que grandes franquicias como Call of Duty o World of Warcraft trabajen con planes de desarrollo a varios años vista, el caso de Diablo presenta particularidades. La comunidad de jugadores —muy apasionada y crítica— espera que cada entrega y expansión ofrezca mecánicas renovadas, narrativa profunda y una identidad visual clara que no dependa únicamente de nostalgia o fórmulas pasadas.
La ausencia de detalles concretos en los comentarios de Fergusson es comprensible desde una perspectiva corporativa, pero también puede aumentar la impaciencia entre los fans, que exigen más transparencia sobre el futuro real de la saga.