La llegada de Mists of Pandaria Classic no solo trae de vuelta una de las expansiones más queridas por la comunidad de World of Warcraft, también trae consigo un cambio estructural sin precedentes en la organización de los reinos. Según ha adelantado Tom Ellis, productor senior del proyecto, Blizzard tiene la intención de fusionar todos los servidores de cada región en un único mega-servidor con reglas PvE.
El objetivo de esta medida es claro: garantizar una población saludable y activa, evitando los problemas de desequilibrio y baja actividad que suelen aparecer con el paso del tiempo en los mundos menos concurridos.
Los personajes de los reinos que se cierren podrán trasladarse de manera gratuita al nuevo servidor unificado antes de que se complete la fusión general. Blizzard quiere que el proceso sea lo más fluido posible, y para ello planea añadir infraestructura adicional que soporte el aluvión de jugadores.
Sin embargo, habrá excepciones notables:
En América, el servidor Grobbulus (PvP) se mantendrá activo gracias a su alta población y al equilibrio entre facciones. Los jugadores que busquen un entorno de mundo abierto con combates entre Alianza y Horda tendrán aquí su refugio.
En Europa, se preservará al menos un reino para comunidades lingüísticas específicas (francés, alemán y ruso), ya que mantienen una base de jugadores suficientemente sólida.
En Corea y Taiwán, la situación ya está prácticamente resuelta, puesto que los propios jugadores han consolidado de manera natural la población en pocos reinos.
Uno de los puntos más llamativos del anuncio es que todos los reinos PvP pasarán a convertirse en PvE. Ellis fue tajante al respecto:
“Si tu reino pertenece al 100% a una sola facción, dejemos de fingir que es un reino PvP”.
El mensaje es claro: el sistema de PvP de mundo ya no funciona en servidores totalmente dominados por un único bando. La alternativa será trasladarse a Grobbulus (con cupos controlados según el equilibrio de facciones), o bien aceptar el nuevo entorno PvE donde la población será masiva y diversa.
Blizzard también estudia la posibilidad de liberar nombres de personajes inactivos en una fecha concreta, para que los jugadores puedan asegurar sus nombres favoritos en el nuevo mega-servidor. Un detalle pequeño, pero que puede marcar una gran diferencia en la experiencia de migración.
Ellis comparó este plan con el éxito del Season of Discovery y los reinos de Nuevo Comienzo, donde la experiencia de juego en un solo servidor demostró ser viable y popular entre la comunidad. Ahora Blizzard quiere trasladar ese modelo a toda una expansión clásica, ofreciendo la visión de un único Azeroth masivo, activo y vibrante.
Este movimiento apunta a que Blizzard busca evitar el fantasma de los servidores muertos que tanto ha afectado a la experiencia en WoW Classic. Un único mega-reino no solo asegurará una economía activa y una escena social mucho más viva, sino que también podría cambiar la forma en que los jugadores perciben el propio WoW Classic.
Aunque el plan no está exento de riesgos —colas en el lanzamiento, sobrecarga de infraestructura o tensiones entre comunidades lingüísticas—, la dirección parece apostar por una filosofía clara: mejor un Azeroth unificado y vivo que docenas de reinos vacíos.
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