Ana posee un arsenal versátil que le permite curar y potenciar a sus aliados desde lejos, mientras que los disparos de su rifle biótico, los dardos tranquilizantes y los efectos de las granadas bióticas logran neutralizar a aquellos que suponen una amenaza para sus compañeros.
Rifle biótico: El rifle de Ana dispara dardos que pueden restaurar la salud a sus aliados o infligir daño a sus enemigos. Además, puede usar la mira del rifle para apuntar mejor a sus objetivos y realizar disparos muy precisos.
Dardo sedante: Ana usa su arma secundaria para lanzar un dardo y dejar inconsciente al enemigo (que se despertará si sufre daño).
Granada biótica: Ana lanza una bomba biótica que inflige daño a los enemigos y cura a los aliados en una pequeña área de efecto. Durante un breve periodo de tiempo, los aliados afectados reciben sanación aumentada de todas las fuentes y los enemigos atrapados en la explosión no se pueden curar.
Nanoestimulantes: Cuando Ana lanza una mejora de combate a uno de sus aliados, este inflige más daño y recibe menos de los ataques enemigos.
Siesta: Interrumpe una habilidad definitiva enemiga con tu dardo sedante en partida rápida o competitiva. Recompensa: Graffiti “píxel”.
Facilitadora: Obtén 4 asesinatos o asistencia con un solo uso de nanoestimulantes en partida rápida o competitiva. Recompensa: Graffiti “mona”.
Ana, una de los miembros fundadores de Overwatch, se vale de sus habilidades y experiencia para defender su hogar y las personas a las que ama. Proveniente de una larga línea de soldados condecorados, Ana inspiró confianza y lealtad en sus compañeros y dotó a su hija, Fareeha Amari (Pharah), de una marcado sentido del deber y el honor. Como su hija, lleva el tatuaje del Ojo de Horus como símbolo de protección. Durante su servicio en las Fuerzas Armadas Egipcias durante la Crisis Ómnica, donde fue una reconocida francotiradora, se la conoció como “Horus”.
Considerada una de las francotiradoras más mortíferas del mundo, originalmente usaba un rifle Kinamura, al que agregaba una marca por cada vida que tomaba. Cada vida pesaba mucho en su conciencia, y aunque algunos francotiradores preferían herir a los objetivos para atraer a más objetivos potenciales, ella optaba por asesinatos limpios para no causar sufrimiento innecesario. Su ojo derecho, cibernético, hizo que su visión fuese seis veces mayor de lo normal, hasta el punto de que rara vez necesitaba usar la mira telescópica. Si bien existen métodos que podrían devolverle su ojo cibernético, Ana se siente cómoda con su parche y lo considera un recordatorio de quien fue y quién es ahora. Continua sintiendo dolor fantasma en el ojo herido. Reconoce ser muy mala cocinando.
A medida que la Crisis Ómnica infligió un gran daño a Egipto, las fuerzas de seguridad del país, mermadas y agotadas, se apoyaron en francotiradores de élite. Entre ellos se encontraba Ana Amari, considerada la mejor del mundo. Su puntería superior, toma de decisiones e instinto la convirtieron en una selección obvia para unirse al equipo de asalto de Overwatch del cual fue una de los miembros fundadores. Durante el conflicto estuve presente en la batalla de Río de Janeiro y participó en la Operación White Dome.
En algún momento, Ana conoció a la esposa de Gérard Lacroix, Amélie Lacroix. Dos semanas después de que Overwatch restase a Amélie de ser secuestrada, Gérard fue asesinado y se creía que Amélie había sido secuestrada de nuevo, dándola por muerta.
Tras el éxito de la misión original de Overwatch, Ana sirvió durante muchos como segunda al mando del comandante Jack Morrison. Crió a su hija, Fareeha, durante este periodo, instruyéndola en artes marciales. A pesar de sus responsabilidades como mando de la organización, Ana se negó a alejarse de las operaciones de combate. Era consciente del deseo de su hija de unirse a Overwatch, pero Ana estaba en contra, lo que llevó a que su relación madre e hija se volviese tensa. Permaneció en servició activo hasta bien entrados los cincuenta años.
También se encontró entre los que ayudaron a sacar adelante el Proyecto Anubis. Sin embargo, llegaría a lamentar las acciones de Overwatch en su país por las consecuencias que tuvo.
Siete años antes de la actualidad, tuvo lugar el levantamiento de King’s Row. Junto con Morrison y Reyes, Ana escuchó los reportes de Jesse McCree, que observaba las acciones de Null Sector. Ana cuestionó el papel de McCree en Londres dado que en aquella época, Blackwatch ya había sido suspendido. El primer ministro se había negado a que Overwatch interviniese en King’s Row, pero incluso ella necesitaba actuar, aún a sabiendas que tal como estaba vigilada la organización en ese punto, se enfrentarían al escrutinio público y problemas de relaciones internacionales. Aún así, Morrison cedió y envió a los agentes Mercy, Reinhardt, Tracer y Torbjörn para poner fin al levantamiento.
La última misión de Ana fue una operación contra Talon, liderada por Jack Morrison, que pretendía rescatar a varios científicos que la organización terrorista había tomado como rehenes. Si bien Overwatch tuvo éxito en este aspecto, la agente de Talon conocida como Widowmaker abatió a varios agentes de Overwatch. Ana se dispuso a detenerla, pero en el último instante falló su disparo, hiriendo a Widowmaker y revelando su rostro. Reconocer a Amélie Lacroix la hizo quedarse paralizada durante unos segundos, el tiempo que Widowmaker necesitó para efectuar un disparo que la alcanzó a través de la mira de su rifle impactando en su ojo cibernético.
El mundo creyó que había muerto.
En realidad, Ana había sobrevivido, aunque había quedado gravemente herida y había perdido su ojo cibernético. Despertó en Polonia, con amnesia temporal, incapaz de recordar quién era o como había terminado allí. La llamaron Janina Kowalska, como fulanito de tal, y fue tratada por la doctora Lee, que le prometió mantener su anonimato mientras recuperaba la memoria. Lee mantuvo a Ana fuera del sistema, lo que garantizó que Overwatch no la encontraría. Durante sus meses de recuperación, pudo recordar que había pasado y lo que más le pesaba era dejar creer a su hija que estaba muerta. Luchando con el peso de una vida en el campo de batalla, decidió mantenerse al margen de los crecientes conflictos en el mundo. Se enteró de la destrucción de la sede de Overwatch y las supuestas muertes de Jack Morrison y Gabriel Reyes. Aunque algo en su interior le decía que no estaban muertos.
Ana terminó regresando a El Cairo. Al principio había planeado llevar allí una vida tranquila cerca de su hija, sin embargo, cuanto más tiempo pasaba allí, más se daba cuenta de que Overwatch era responsables de muchos de los problemas que asolaban su país. A medida que pasaba el tiempo, se daba cuenta de que no podía quedarse de brazos cruzados mientras los problemas e injusticias amenazaban su ciudad y a los civiles. Así, Ana se reincorporó a la lucha para proteger su país de las fuerzas que lo desestabilizaban, y lo más importante, para mantener a salvo a la gente. Le escribió una carta a su hija explicando su ausencia, y sin embargo nunca obtuvo respuesta.
Continuando su lucha por la justicia, Ana operaba bajo el alias de “Alcaudón” y era buscada por espionaje, asalto y robo en Egipto. Usaba la Necrópolis como su base de operaciones, y se hizo cargo de las reliquias que allí encontró antes de enviarlas al doctor Hamid Faisal. Había regresado a Egipto en parte debido a su culpa por las consecuencias del proyecto Anubis. Disfrazada de cazarrecompensas enmascarada, Ana saboteó varias operaciones de Talon en Egipto, atrayendo la atención de Reaper y su socio Abdul Hakim, así como de Jack Morrison, todavía vivo. Después de varios días al acecho, vio a Hakim en uno de sus palacios y decidió atacar, pero Ana y Jack habían caído en una trampa en el complejo de Hakim en Giza, lo que llevó a la batalla a los tres ex compañeros. Ana se puso del lado de Jack y obligó a Reaper a retirarse después de desenmascararlo, aunque su rostro y sus palabras de despedida la perturbaron enormemente. Después del encuentro, Ana explicó que se preocupaba por Jack, no por la guerra que estaba librando y decidió cuidarlo mientras se marchaban.
A Ana no le fue sencillo aceptar que Jack y Reyes estaban vivos, pero ahora lo importante era curar la herida que Reaper le había infringido a su viejo amigo. Sufriendo por las heridas, Jack perdió la consciencia lo que obligó a Ana a llevarlo a su base en la Necrópolis. La herida estaba dando problemas a pesar de las habilidades curativas mejoradas que Jack tenía como super soldado. Ana sugirió contactar con la doctora Angela Ziegler, a lo cual Jack se negó en redondo, por lo que tuvieron que conformarse con suturar la herida. Hablaron sobre el pasado y sus objetivos actuales: Jack iba tras Reaper y Talon, y necesitaba la ayuda de Ana, y ni tan siquiera quería esperar a que su herida sanase. Aunque no tuvo más remedio que descansar, puesto que Ana le había drogado con el té.
Jack estuvo K.O. durante dos días, tiempo que Ana aprovechó para reunir suministros. Explicó sus motivaciones en sus acciones en Egipto, y afirmaba que la cruzada de Jack contra Talón era fruto de su deseo de venganza. No se ponían de acuerdo sobre como abordar el problema, Jack quería perseguir a Talon mientras que ella quería concentrarse en proteger El Cairo. Finalmente Jack cedió y le ofreció un trato: le ayudaría a capturar a Hakim y después ella le ayudaría a capturar a Reaper. Ana aceptó.
En una semana habían atrapado a varios socios de Hakim, reduciendo su organización. Después del ataque inicial, Hakim se ocultó, convirtiendo el juego de caza en un juego de vigilancia. Para enfrentarse finalmente a este, la vieja soldado se puso la máscara de una diosa egipcia. Como “Bastet” no sería una cazadora, si no una protectora y eso quería que recordase la gente de El Cairo.
Una semana después, Hakim había sido capturado y su organización desmantelada. Las acciones de Bastet habían llamado la atención de los medios egipcios e incluso del gobierno. En la Necrópolis, Ana dejaría muchos de las reliquias que había encontrado, incluyendo la máscara. Jack le preguntó por su hija, señalando que pasarían tiempo lejos de Egipto y Ana tan solo respondió que le había dejado una carta. Los dos abandonaron la Necrópolis, dejando la máscara de Bastet en la cámara sellada.
Soldado: 76 todavía estaba sufriendo por la herida de bala de Reaper, por lo que los dos se vieron obligados a visitar a la doctora Angela Ziegler, que en esos momentos se encontraba en El Cairo. Y esa misma noche una explosión sacudió la ciudad, Talon había atacado las instalaciones del Templo de Anubis. Ziegler les dijo que Helix Security International se encargaría de ello, pero Jack sabía que se trataba de Talon y que Helix necesitaría ayuda, así como Ana señaló que habría gente atrapada en el fuego cruzado.
Ana y Morrison se enfrentaron a los efectivos de Talon mientras Mercy rescataban a los atrapados por el ataque. Habían conseguido detener el ataque de la organización terrorista y su siguiente movimiento sería perseguir a Reaper por Europa, después de que Angela rechazase unirse a ellos en su empresa.
Ana fue el primer héroe en ser añadido al juego después de su lanzamiento. Blizzard empezó a diseñarla consciente de que se necesitaban más sanadores ya que la gente siempre jugaba Mercy y Lúcio. Un concepto era el Alquimista, un personaje que podía beber una pócima y luego saltar muy alto o proporcionar una curación muy extensa en el tiempo. Mientras tanto, el equipo luchaba por ubicar la personalidad de Ana, que había concebido de forma independiente. Su historia la había posicionado como una francotiradora experta, la mejor del mundo, pero el juego ya tenía a Widowmaker. Por tanto, se decidió que el héroe sería tanto sanador como daño, usando su rifle de ambas formas. Con ello, el concepto de Alquimista desapareció a las pocas semanas.
Las influencias para el concept art de Ana fueron temas e imágenes post-apocalípticas. Los diseñadores querían mostrarla como alguien robusto e ingenioso, que vivía al margen de la sociedad. Su aspecto “Baldíos” se basó en esta idea. Se utilizaron diseños de correas, tuberías y recipientes en el aspecto para enfatizar a un personaje que buscaba todo lo que podía para sobrevivir.
Antes de ser revelada, se especuló ampliamente que Ana y Sombra eran el mismo personaje a causa de las fotografías de su máscara de Alcaudón que se identificaron erróneamente como Sombra.
Ana fue el héroe 22 y el primero en ser añadido al juego después de su lanzamiento.
La historia de Ana tiene algunos paralelismos con la historia de Horus de la mitología egipcia. Además Pharah y ella llevan tatuados el Ojo de Horus.
Su actriz de voz es una mujer egipcia, Aysha Selim, y fue grabada en El Cario.
Ana se considera a sí misma una mala cocinera y una exploradora de campo bastante pobre, y muy pocas veces ha tenido que valerse de esa última habilidad.
Aunque Sam es el padre de Pharah según sabemos de forma oficial, aún se desconoce la relación que tuvo con Ana en el pasado o la actual.
Ana es también un personaje jugable en Heroes of the Storm.
El 8 de enero de 2019 salía a luz el relato corto “Bastet” acompañado de un desafío con el mismo nombre, donde podía conseguirse la skin exclusiva de Ana “Bastet”.
Por favor, desactiva tu adblock para ayudarnos a mantener el sitio. ¡Gracias!
Si inicias sesión con tu cuenta de Twitch y estas suscrito no verás estos anuncios.