Solo los veteranos más curtidos de Azeroth poseen la fuerza para blandir artefactos legendarios contra la Legión Ardiente. Tu arma forjada en el mito aumenta de poder a medida que tú lo haces, y tus decisiones modificarán sus facultades y su aspecto, sus sonidos y su manejo en combate. Modela tu artefacto para que sea el instrumento de batalla perfecto, y guía a tu facción en tan crítica situación.
Te has convertido en uno de los mejores pícaros de Azeroth, y como tal mereces un arma que no solo tenga poder, sino también un nombre.
Ladrón, asesino, forajido
Los pícaros tienen tres especializaciones bien diferenciadas: Asesinato, Forajido, Sutileza. Cada una aporta una identidad única que encuentra su reflejo en las opciones de su arma artefacto.
Cada artefacto simboliza el poder del pícaro que lo blande. Los nombres son poderosos: conoced bien los de estas armas míticas, pues serán vuestras compañeras fieles contra el enemigo más mortífero al que os habéis enfrentado jamás.
Asesinato: Angustia y Pesar
El brujo orco Gul'dan mandó fabricar estas dagas para su asesina personal, Garona. Se dice que las hojas beben sangre y administran un veneno que no deja rastro: las herramientas perfectas para un asesino. Ella las usaba para cunmplir innumerables atrocidades bajo el control de Gul'dan, incluido el asesinato del rey Llane de Ventormenta, con quien había entablado amistad. Más tarde, angustiada, le pidió ayuda a una aliada de confianza, Meryl Inverstad, para ocultar las hojas y que nadie tuviera que usarlas nunca más.
Forajido: Hojas Pérfidas (Hado y Fortuna)
Poco después del Cataclismo, la almirante Eliza Hojasanguina descubrió un par de alfanjes ornamentados entre los restos de un naufragio hallado cerca de Bahía del Botín. Si bien se desconocían los orígenes de las hojas, la leyenda de su poder caló en el imaginario popular. No había rival a su altura en la lucha. Los rumores florecieron entre piratas y marineros, decían que las Hojas Pérfidas estaban malditas y que si no se las alimentaba constantemente de víctimas, se volverían contra su dueña.
Sutileza: Colmillos del Devorador
Feros el Devorador, el sabueso personal de Sargeras, acabó con gran cantidad de vidas antes de sufrir una emboscada en la que sucumbió, en otro mundo y ya hace mucho tiempo. Tras la muerte del sabueso, Mephistroph convirtió sus colmillos en dos poderosas dagas que aún conservan parte de la potente esencia devastadora que volvía las dentelladas de Feros tan mortíferas. Estas dagas pasaron a Akaari, uno de los asesinos más letales de Sargeras, que las blande aún a día de hoy.
Fuente: WoWhead