Solo los veteranos más curtidos de Azeroth poseen la fuerza para blandir artefactos legendarios contra la Legión Ardiente. Tu arma forjada en el mito aumenta de poder a medida que tú lo haces, y tus decisiones modificarán sus facultades y su aspecto, sus sonidos y su manejo en combate. Modela tu artefacto para que sea el instrumento de batalla perfecto, y guía a tu facción en tan crítica situación.
Te has convertido en uno de los mayores cazadores de Azeroth, y como tal mereces un arma que no solo tenga poder, sino también un nombre.
Maestros de caza
Los cazadores tienen tres especializaciones diferentes: Bestias, Supervivencia y Puntería. Cada una de ellas cuenta con una identidad diferenciada que se refleja en las opciones de arma del artefacto.
Cada artefacto simboliza el poder del cazador que lo blande. Los nombres son poderosos: conoced bien los de estas armas míticas, pues serán vuestras compañeras fieles contra el enemigo más mortífero al que os habéis enfrentado jamás.
Bestias: Furia Titánica
Furia Titánica, un prodigio de la ingeniería tecno-mágica, fue diseñada por el guardián Mimiron, vigía titánico y brillante inventor. Alojada en el corazón del rifle, la reliquia conocida como Chispatrueno lo potencia, ya que puede dominar la esencia de las tormentas y concentrarla en un estallido de energía. La fuente de poder del rifle también puede deberse al genio creador de Mimiron, que lo ideó para su compañero, el guardián Thorim, en una época ancestral.
Puntería: Thas'dorah, Legado de los Brisaveloz
Thas'dorah, una importante reliquia de la familia Brisaveloz, fue tallada a partir de una rama del árbol madre en el Bosque Canción Eterna poco después de la fundación del reino elfo de Quel'Thalas. Entregado al primogénito de cada generación, el arco perteneció en último lugar a la capitana forestal Alleria Brisaveloz. Desapareció junto con su dueña tras la destrucción de Draenor, el mundo de los orcos, y la posterior formación de Terrallende.
Supervivencia: Garra Feroz, Lanza de los Dioses Salvajes
Los tauren Monte Alto fabricaron esta lanza antes incluso de la primera invasión demoníaca en Azeroth, hace más de diez mil años. Los poseedores de Garra Feroz han luchado acompañados de numerosos espíritus guardianes de animales, también conocidos como ancianos, para defender el mundo de Azeroth y la vida que en él florece. Durante milenios, han otorgado sus bendiciones al arma, imbuyéndola con una parte de su poder.