De luz al ser. De la curiosidad a la comprensión. Del caos al orden. Teletranspórtate a “Piedra a Piedra”, un nuevo relato corto de Symmetra escrito por Christie Golden. El cuarto relato de Overwatch no dejará indiferente a nadie.
Resumen
Este nuevo relato se sitúa en un pequeño pueblo de la India llamado Suravasa, cerca del lugar donde la corporación Vishkar había decidido construir, una vez más con promesas de mejorar las cosas para todo el mundo. Sin embargo el desarrollo de la construcción de Vishkar había sido agresivo y prematuro, y había provocado una vibraciones en el terreno, como un terremoto, que habían dañado seriamente el templo de Suravasa y peor aún, una estatua muy valiosa para ellos.
Ante el temor de que esto fuese tomado como un insulto y perdiesen el contrato que les permitía construir en la zona, Sanjay Korpal pidió a la mejor arquitecta de luz sólida de la corporación, Satya Vaswani, que acudiese a Suravasa y averiguase que podía hacer Vishkar para compensar por el daño accidental a la estatua; la cual había quedado casi reducida a escombros.
El cometido de Satya era conocer que querían a cambio de los daños causados, sin embargo no fue bien recibida por el sarpanch Ranesh Grewal – jefe del gobierno local – y una pequeña multitud. Estaban muy furiosos, culpaban a Vishkar y miraban con recelo y odio a Satya, reunidos a la entrada del templo. Aunque ni siquiera querían dejarla pasar, la arquitécnica apeló a su creencia de que todos eran bienvenidos en el templo, algo que hizo vacilar al sarpanch y fue suficiente para que un ómnico le diese paso al mismo con un gesto.
Aquel ómnico no era un sacerdote del templo, si no un peregrino llamado Zenyatta, aunque allí parecía ser bastante apreciado. Para saber que quería la gente, como Viskhar podías compensarles, primero Satya tenía que conocerlos, y para ello Zenyatta le ofreció quedarse en el templo como si se tratase de una peregrina más. Aquella idea provocaba ansiedad a Satya, pensar en romper una rutina autoimpuesta con el objetivo de tener algo de paz en su vida, pero supo que no tenía otro remedio.
Zenyatta la guió a la estatua que había quedado destrozada. No era un ómnico cualquiera, se trataba de una representación de Aurora, la primera ómnica que había sido consciente de sí misma y que se había sacrificado para que otros ómnicos pudiesen serlo. En aquel templo la ómnica había sido aceptada tal como era, y era la primera visita de cualquier peregrinaje en su honor, y los peregrinos allí meditaban sobre su vida y su muerte, agradeciendo su sacrificio y el regalo que les entregó.
En su estancia en el templo en pos de conocer a la gente de Suravasa y qué deseaban, Satya aprendió de Zenyatta y aprendió de aquel lugar sagrado. Hay energía en lo nuevo pero hay poder en lo antiguo, aprendió sobre la trascendencia de Aurora y su significado y sobre el Iris. También, y aunque negaba serlo al principio, adoptó la rutina – tan complicada para ella – de los peregrinos. Ayudando a los sacerdotes del templo al limpiar el santuario principal y meditanto. Al cuarto día acompañó a los sacerdotes al pueblo para preparar comida a aquellos que tuviese hambre; y así aprendió que preparar comida con cariño y darla sin reservas era una forma de compartir y conectar a la gente. Gracias a lo que aprendió de la gente y las enseñanzas de Zenyatta, Satya supo que debía hacer.
La parte del templo dañada fue reparada con una argamasa de color miel, cubriendo los agujeros, las fracturas y las fisuras, inspirados en la técnica japonesa del kintsugi, una técnica por la cual las piezas de cerámicas rota se volvían a unir con oro – sacar a relucir algo roto en lugar de ocultarlo. Y lo mismo había sucedido con la estatua de Aurora, cuyos pedazos rotos habían vuelto a ser unidos por luz sólida áurea.
La estatua no había sido reemplazada. La habían transformado.
Ante todo el mundo, Satya bailó con las ebras de luz sólida para tejer la transformación de la estatua, que en lugar de ser Aurora meditanto ahora era Aurora transcendiendo.
Análisis
“Piedra a piedra” es un relato enriquecedor, escrito con mimo y con infinidad de detalles que hacen que merezca la pena leer; que nos presentan el lado más humano de Symmetra y Zenyatta así como – por primera vez – la fe de los ómnicos. Si bien es imposible y fútil desgranar cada uno de los más pequeños detalles de este relato, a continuación analizaré los hechos más importantes referentes al lore.
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